miércoles, 13 de mayo de 2009

PRÁCTICA (KATSUGEN-UNDO)


La práctica del Katsugen Undo consiste en el abandono momentáneo de toda actividad voluntaria para tratar de percibir el movimiento espontáneo del cuerpo. No existe programación previa. Tampoco técnica ni métodos. Las manifestaciones del movimiento difieren en cada persona y en cada uno según el momento en que se encuentre. El cuerpo es el que se mueve según su necesidad.

Cualquiera lo puede práctica, ya que no imponemos nada al cuerpo. Después del parto las madres no deberían realizarlo hasta que su pelvis estuviera correctamente cerrada. La práctica de este movimiento no tiene ninguna limitación.,

El katsugen undo es el abandono de toda finalidad, pues la acción que de antemano apunta en una dirección bloquea la evolución de nuestro ser, impidiendo el movimiento propio de nuestro organismo.

Como norma interesante a seguir en la práctica del Katsugen es focalizar la inspiración hacia la zona corporal en movimiento, como respetando la actividad del cuerpo.

El movimiento termina espontáneamente. Esperar un par de minutos y finalmente realizar una respiración normal y profunda; sin embargo, el movimiento sigue a veces durante horas y no siempre se puede continuar, por falta de tiempo.

Para interrumpir la práctica, lo importante es no “pararse” sino inspirar, ya que la inspiración detiene el movimiento involuntario, mientras que al pretender frenarlo conscientemente no se consigue.

- Inspirar y retener el aire en el vientre hasta que el movimiento se disipe por completo.

- Abrir los ojos, y cuando todo parezca estable espirar.

- Realizar una respiración normal y profunda.



Debido a la regeneración del organismo, pueden darse reacciones al iniciar la práctica del Katsugen Undo. El proceso de esta regeneración del organismo varía en cada persona y depende del estado corporal en que no se encuentra. Normalmente pasa por tres fases:


DISTENSIÓN: Languidez del cuerpo, sueño, ojos lagrimosos.

ACTIVACIÓN: Desaparecen los de la fase anterior, el cuerpo se vuelve ágil, el cerebro despejado, los ojos claros y abiertos, etc.

LIMPIEZA Y DESCARGA: Las molestias físicas reaparecen más intensas, dolor físico, sudor. También se sueña con la infancia, se recuerdan digustos del pasado, se dan depresiones o altibajos emocionales, etc.


Todo esto es un proceso ideal pero puede darse sólo uno de estos.

Después de pasar éstas tres fases, viene la auténtica activación o sensibilización del organismo.