viernes, 22 de mayo de 2009

Orientación hacia El SEITAI


Tomar conciencia de la fuerza del cuerpo a través de sus alteraciones: NOGUCHI.

El concepto Seitai. Es un estado físico correctamente regulado, lo cual no entraña forzosamente la ausencia de enfermedades.

Vemos frecuentemente asociados el estado del cuerpo equilibrado o regulado y el concepto de salud tal como se entiende, es decir, ausencia de ENFERMEDAD. Esta manera de ver no es totalmente falsa; ahora bien, esta definición sobreentiende que al estar enfermo se pierde la salud.

Sin embargo desde el punto de vista Seitai, se puede decir que un cuerpo está equilibrado y a la vez está enfermo sin caer en contradicciones; es decir, que tener alguna dolencia o trastornos corporales no impide en absoluto estar en estado Seitai.

Al observar minuciosamente las alteraciones que presenta el cuerpo, se comprende que aquellos fenómenos llamados enfermedad, a menudo no son otra cosa que la VÍA del SEITAI. Creer que se ha perdido el estado seitai o la salud al estar enfermo es el fruto de nuestra imaginación.

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EL SEITAI

El individuo se difumina más en la sociedad moderna, en la cual no representa más que un número de la serie. Es desde ahora difícil deshacernos de los beneficios; Los portados por el desarrollo industrial, pero éstos no son en el fondo más que ofertas convencionales y uniformadas.

Se considera al individuo en su haber, no en su ser. El individuo se convierte en un objeto material sin individualidad.

El pensamiento moderno deriva en una filosofía estática que se orienta inevitablemente hacia el materialismo. El arco japonés no ha cambiado de forma desde hace siglos, mientras que los occidentales han inventado arcos provistos de visor. Si los japoneses persisten en conservar su arco primitivo, es que buscan otra cosa que los resultados materiales inmediatos. Pasa igual con el SEITAI.

El Seitai no es aliviar los males o la curación de las enfermedades, esto es asunto de la medicina.

El objeto del Seitai es regularizar el circuito de la energía vital, que se encuentra polarizada en cada individuo, normalizando así su sensibilidad.

El hombre según el Seitai, no es un montaje de diferentes piezas. Lo mental y lo físico no son más que dos aspectos de la misma cosa. El hombre es esencialmente la manifestación de su propia vida. Es su vida la que le ha proporcionado sus órganos, sus miembros, los distintos sistemas que le son necesarios. Es su vida quien le da el apetito y los deseos. Y no viceversa. La alimentación mejor estudiada no vale nada para un hombre que no respira. ¿Qué se le puede conceder a alguien que desea el deseo?

El Seitai tiene ante todo que ver con el individuo en su individualidad, no con un hombre medio estadísticamente establecido.

El que haya vivido su vida en toda su integridad, sabrá morir con una muerte tranquila y apacible.

La energía vital, actuando sobre cada uno de los individuos, se encuentra polarizada, según las características que le son propias. Esto implica que cada uno siente y actúa diferentemente.

La idea de que cada uno tiene su sensibilidad particular forma la base misma del Seitai. Toda la técnica está construida sobre los datos de la individualidad y no sobre la noción general del individuo. Nos referimos a la noción (costumbres corporales). Esta noción facilita la comprensión de las tendencias espontáneas que se manifiestan en las distintas personas.

La técnica Seitai cubre una ciencia de observación de los movimientos espontáneos e inconscientes.

1 comentario:

Pedro Siesta dijo...

Conozco el Katsugen Undo desde hace algo más de 2 años y medio, pero no había podido conseguir los libros de Haruchika Noguchi, hasta que lo he hecho en febrero de este año. Por lo tanto he empezado a practicarlo con asiduidad desde marzo, y es una liberación, tanto física como psicológica, fabulosa. Desde el primer día que lo descubrí hace más de 2 años y medio noté sus grandes beneficios físicos; pero en este tiempo que lo he podido empezar a practicar regularmente es cuando he podido empezar a aprecirar TODOS sus ENORMES beneficios.